El nuevo Isco

En la temporada que debería ser de su consagración, Francisco Portillo ha sabido dar un nuevo paso adelante. Empieza a mostrar galones. Huérfano de sus anteriores líderes, asume que ahora es el momento de tirar de las riendas del equipo en ataque, al tiempo que se muestra más agresivo y menos timorato sin el balón. El canterano fue ayer uno de los mejores jugadores locales y protagonizó buena parte de las acciones ofensivas. Su estupenda actuación la coronó con un gol, el segundo del partido y de su cuenta personal este curso, ya en el tiempo de prolongación. 



Portillo las ha conocido de todos tipos en el Málaga. Recibió la alternativa en la etapa de Muñiz y, aunque el técnico que más confió en él fue Manuel Pellegrini, no fue hasta la segunda temporada con el chileno cuando el paleño empezó a gozar de minutos con una continuidad reseñable. La mejora del centrocampista fue evidente, rodeado de jugadores de mucha calidad y en un estilo de juego que le iba como la horma del zapato. Llegaron sus primeros goles y las señales de que de verdad es un jugador que puede aspirar a consolidarse muchos años en la máxima categoría. Sin embargo, el futbolista local perdió el sitio al final del curso y le costó hacerse con el hueco en este, hasta el punto de que no disputó un solo minuto en las dos primeras jornadas del campeonato. Su suplencia tenía cierta justificación: los rivales, el Valencia y el Barcelona, no eran propicios para que actuara un futbolista ideal para partidos en los que llevar la iniciativa del juego. 

Pero Portillo apareció en Sevilla y comenzó a gustarse ante el Rayo, cuando ya vio puerta. Sus tres últimas actuaciones apuntan a un jugador mucho más maduro que el de hace un curso. Entra de una manera más contundente al choque con los rivales, asume más iniciativa con el balón y tiene mucha más repercusión en lo que sucede en ataque. Ayer dejó varios detalles técnicos de alta escuela y más de un centro preciso. Se entendió muy bien con El Hamdaoui en paredes y solo se le puede poner el pero de que condujo en exceso el balón, lo que ralentizó ciertas acciones aptas para el contragolpe. Schuster ha reconocido el buen hacer de Portillo manteniéndole en el once y lo acomoda a diferentes posiciones según la necesidad. El malagueño puede actuar tanto por dentro como por fuera en el indiscutible 4-1-4-1 del técnico teutón. «Tuvo un día con mucha calidad. Ha demostrado muchos detalles de un gran jugador y eso viene muy bien. Está llegando a un momento de forma importante para nosotros y, con Jesús Gámez, forma una banda derecha potente», dijo el preparador. 

Con sangre fría, quizás la que permite mostrarse cuando el encuentro va a favor, Portillo también marcó anoche. Fue en una acción en la que peleó con insistencia Santa Cruz en la esquina y acabó yéndose con el balón por la línea de fondo. El centrocampista malagueño recibió el pase y, tras varias maniobras y hasta estorbarse con un compañero que acudió al remate, vio a Esteban mal colocado y remató con una vaselina muy colocada. Un gran gol que da muestras de su calidad y del momento de confianza en el que está.

Fuente: diariosur.es

Comentarios

Entradas populares