La nueva joya celtista

Era cuestión de tiempo que el Celta atase a su joya juvenil. Santi Mina, se ha convertido a golpe de gol en la estrella de División de Honor. La vida de Santi Mina está marcada por el fútbol desde antes de nacer. De hecho, le debe al balompié el ser vigués. Su padre también fue futbolista. Se crió en la cantera del Barça y llegó al Celta a principios de los ochenta. Su paso por Vigo le marcaría tanto que decidió no moverse de la ciudad. A pesar de que su progenitor era un duro zaguero, al pequeño Santi siempre le gustó hacer diabluras en la portería contraria. Es un futbolista que lleva el gol en la sangre y que destaca por su potente físico. 
Celtista de cuna, Santi Mina llegó a las instalaciones de A Madroa con tan sólo once años. Jugaba en el Colegio Hogar en categoría alevín, un equipo de barrio vigués, y el coordinador de las categorías inferiores del Celta, Toni Otero, enseguida se apresuró en cazarlo. En la entidad olívica no dudan de que el prometedor delantero tiene un gran futuro en el primer equipo. Por eso, debido a la gran presencia de ojeadores en los últimos partidos del equipo juvenil, han decidido blindar a su perla

El pasado viernes, el imberbe ariete firmó su nuevo contrato que le vinculaba a la entidad viguesa durante las próximas cinco temporadas, hasta junio de 2018. Sin duda, se trata de una nueva apuesta del Celta por la cantera, pero también es una apuesta de Mina por el Celta. Últimamente le habían rondado muchas novias y ha decidido ser fiel al equipo de sus amores. Iago Aspas es sin duda la gran estrella de Balaídos y su futuro es incierto. Antes de irse, ya le ha surgido un sucesor. Santi Mina es la gran esperanza del celtismo para los próximos años. Toda una garantía de gol.

En un mercado futbolístico en el que el gol se cotiza alto, el futuro del delantero vigués es prometedor. Tiene un talento natural para el gol, y el Celta no quiere que otra de las perlas de su cantera se escape.


Fuente: as.com

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