De Gea salva al United


De Gea salvó al United ante el Cluj. Las opciones del correoso campeón rumano, se concentraron en un fulgurante inicio y un final desesperado. En esos instantes llegaron las ocasiones más claras del Cluj, la mayoría de ellas con la firma de Bastos, en las que se exhibió el ex del Atlético. 


De la asociación que formaron Rooney y Van Persie llegaron los tantos de la victoria. Un acuerdo goleador que es la única garantía de éxito para el United y Ferguson esta temporada. Rooney, con dos asistencia, y Van Persie, con dos goles, fueron los artífices de la remontada visitante.

Las virtudes con las que se llevó la victoria en Braga: la velocidad y el contraataque. En los últimos encuentros el United sufre ante equipos que le contraatacan, que explotan la debilidad de sus laterales, sobre todo Evra, a quienes les cuesta correr hacia atrás cuando han pasado el medio campo. Y en una de esas, en el enésimo desajuste, un pase largo de Bastos pilló a Evra y Sougou, eléctrico, se anticipó al defensa francés. El correcaminos senegalés entró en el área y pasó el balón a Kapetanos, que se anticipó a los dos centrales disparando raso y batiendo a De Gea. 


La efervescencia de Sougou y el oportunismo del atacante griego adelantaban a un Cluj que se diluyó con la lesión de su veloz futbolista mientras el United comenzaba a monopolizar el balón. Cleverley cogió los galones de Scholes y Giggs y comenzó a filtrar balones. Primero Chicharito, luego Anderson y después Van Persie mandaron fuera los pases del cerebro inglés antes de que Rooney probara a Felgueiras desde lejos. Se cerraba el Cluj mientras el United rodeaba su muralla. Un muro que comenzó a resquebrajarse cuando una falta botada por Rooney, mal defendida por el equipo local, encontró el hombro de Van Persie. Entre el oportunismo del atacante y la diosa fortuna su golpeo hizo una parábola que batió al meta portugués. 

El Cluj había perdido toda su velocidad con la lesión de Sougou y Bastos se ahogaba por la presión de Fletcher. Cleverley y Rooney aprovechaban los huecos que dejaban los futbolistas rumanos entre la defensa y el centro del campo y ahí surgían las ocasiones visitantes. El Cluj se había empequeñecido, había perdido su valentía. Esa cobardía fue nuevamente castigada por Rooney, que metió un balón perfecto, con vuelo, a la espalda de Rada que Van Persie tocó suavemente ante la salida de Felgueiras. Se adelantaba el United nada más comenzar el segundo acto y el atacante holandés marcaba su segundo gol de la noche. 

El camino parecía marcado. El United tenía el partido donde quería, monopolizando la posesión y con un Cluj acogotado. Pero, cosas del fútbol, el equipo rumano resucitó, arriesgó y volvió a tener la intensidad y desparpajo que había derrochado en el inicio cuando ya había perdido su premio y su fe. Primero Radu, con un violento cabezazo, y luego Bastos pudieron empatar pero, al borde del abismo, apareció De Gea.

Fuente: Vavel.com

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